Aprender o mejorar algún idioma es uno de esos retos que comienzan con muy buenos propósitos en el inicio del año, y se que nos van haciendo cuesta arriba según avanzan los meses. Para que esto no ocurra tomamos como ejemplo los consejos que nos brindan en elconfidencial.com, trucos “infalibles” para que aprender un idioma sea un proceso mucho más sencillo y rápido.

Estudia solo en el idioma que estás aprendiendo

Cuando estés estudiando o leyendo algo en ese idioma, procura no recibir estímulos en tu lengua materna; es decir, procura que todo lo que recibe tu cerebro esté en ese idioma.

A todos nos ha ocurrido alguna vez que lo que al principio nos costaba mucho entender, al cabo de unos minutos inmersos en la lengua, cuesta mucho menos. Esto ocurre, entre otras cosas, porque cada idioma tiene su propia velocidad. Por ello, si nos acostumbramos a la lengua que estamos aprendiendo y, de repente, oímos algo en nuestro idioma, nuestro cerebro volverá rápidamente a la velocidad de nuestra lengua materna, y otra vez tendrá que hacer el proceso de habituarse al cambio.

Inclúyelo en tu vida diaria

Además de aprovechar al máximo las clases presenciales, es muy productivo tener el nuevo idioma siempre presente, y así poder acostumbrarnos a desenvolvernos en esa lengua en situaciones cotidianas.

Un buen consejo es ver películas o series en la lengua extranjera (con o sin subtítulos para los más atrevidos). También es útil escuchar música en el idioma lo cual, además de aprender a detectar los diferentes acentos, nos permitirá conocer la cultura de los lugares en los que se habla. Con estos actos acostumbraremos a nuestro oido teniendo siempre presente el idioma.

Alguien con quien conversar

Poniendo en práctica lo aprendido es como se fijan los conocimientos. Por ello, es recomendable encontrar a un compañero con el que aprender o ir a encuentros pensados para practicar idiomas, que se realizan generalmente en bares y con bastante frecuencia.

En cualquier caso, si acudes a Kells School, siempre tendrás esta necesidad cubierta en nuestras clases presenciales como parte del aprendizaje.

No temas lanzarte a hablar; sobre todo al principio, se trata de hacerse entender más que de conversar como un nativo.

Aplicaciones móviles

Actualmente existen multitud de aplicaciones móviles para aprender idiomas. Algunas de las más conocidas son Busuu, Duolingo, Lingualia o Memrise. Ya hablamos en este post sobre la escasa efectividad de estas herramientas como única vía de aprendizaje, pero pueden ser un buen complemento para utilizar en los ratos libres.

Con algunos juegos específicamente pensados para adultos, evitaremos que se haga cuesta arriba el aprendizaje, nos divertiremos y estaremos introduciendo algunos conocimientos en nuestro cerebro casi sin darnos cuenta.

Relaciona todo lo que puedas con tu idioma

Aprovecha todas las palabras que tenga una raíz parecida en tu lengua materna para asimilarlas y recordarlas con más facilidad.

En inglés puede ser más difícil que con otras lenguas de raíz latina más cercanas al español, pero trata también de asimilar las estructuras gramaticales, trasladándolas a cómo se dirían en español para tratar de ver si tiene alguna relación.

Las palabras básicas

Todas las lenguas tienen unas 100 palabras básicas, aproximadamente y, aunque no lo creas, probablemente ya las conozcas casi todas. Son palabras que valen para prácticamente cualquier conversación, verbos como ‘ser’, ‘estar’ o ‘tener’; los pronombres o la palabra ‘cosa’, por ejemplo, son algunas de las claves que nos ayudan a expresarnos.

De nuevo, es importante hablar para hacerse entender. Al comienzo, nos costará encontrar muchas palabras y formar estructuras gramaticales pero, con la práctica, la mejora llegará por sí sola.

Trata de imitar

Lo más difícil es conseguir reproducir el acento de un idioma. Para ello, lo más recomendable es escuchar con mucha atención a los hablantes (de ahí la importante de incluir la lengua en nuestra vida cotidiana a través de series, películas, música…).

Hay que intentar imitar absolutamente todo, no como lo diríamos nosotros, sino tratando de copiar la manera en que lo han dicho.